martes, marzo 24, 2009

Pedro Eustache, alcanzar el exito a todo pulmon

Si bien el refranero popular dice: "el que mucho abarca poco aprieta", hacer todo lo contrario es lo que permitió a Pedro Eustache alcanzar el éxito en el mundo de la música.

Este venezolano puede tocar más de 600 instrumentos de viento; tiene una colección de 500 -muchos diseñados o manufacturados por él-; y se ha formado en géneros tan diferentes como la música clásica, el jazz o el world music.





Justamente, el poder componer y ejecutar un espectro tan amplio de ritmos es lo que ha llevado a compositores como Danny Elfman, Hans Zimmerman o John Williams -ganador cinco veces del Premio Oscar- a solicitar su colaboración en la creación de bandas sonoras para películas como Piratas del Caribe: En el fin del mundo, La pasión de Cristo o Múnich.


Además de ser reconocido como un destacado ejecutante y compositor en Hollywood, el flautista fue durante 10 años el solista principal de Yanni, formó parte de varias orquestas de música académica y ha acompañado en sus giras a cantantes como Shakira y Don Henley, miembro de la banda The Eagles.
Eustache nació en 1959, en el seno de una familia de origen haitiano. Su primer contacto con la música ocurre a los nueve años, cuando su hermano Michel lo incluye en los ensayos del coro de la Iglesia cristiana evangélica. Es la belleza de los himnos de esta fe la que lo anima a continuar su formación musical en varios conservatorios nacionales.
A los 18 años ingresa a la Orquesta Juvenil de Venezuela y después de realizar numerosas giras con la organización se marcha a Francia con una beca del Sistema Nacional de Orquestas. De la experiencia, recuerda la frialdad de los franceses y la calidez de la música de la India, Asia y el norte de África.
Tres años más tarde, el flautista regresó a Caracas, donde trabajó con la OJV y la Orquesta Simón Bolívar (OSB). Participa en los talleres de música venezolana de la Fundación Bigott y tiene su primera experiencia en el cine, al grabar la banda sanora de Ratón de ferretería, de Román Chalbaud.
Cuando el Gobierno dejó de pagar los salarios de la OSB, se fue a Estados Unidos con una beca para estudiar jazz en el Instituto de Artes de California. Su estadía en ese país estuvo marcada por una tragedia: su hija de tres años falleció por un tumor cerebral.
A la desolación emocional se agregó la económica, pues Eustache no conseguía trabajo y asegura que sólo con mucha fe y el apoyo de su esposa pudo seguir creando música.Una llamada desde Hong Kong para invitarlo a formar parte de la gira de Yanni cambió la situación del músico, y desde entonces el éxito lo ha acompañado de forma estable.



























2 comentarios:

Gby & Norlo dijo...

Vaya, que triste que nadie comente aquí, como se nota que nadie en Venezuela conoce a este GENIO de la música.
Yo tuve la oportunidad de conocerlo en mi universidad (IUDEM, actual UNEARTES). Es un tremendo músico, tremenda persona. Alguien digno de admiración.
La gente deberia conocer mas esto que el REGUETON. Done están nuestras raíces?

Azucena dijo...

Recuerdo que la primera vez cuando escuché a Pedro Eustache quedé cautivada, porque cuando un artista domina su instrumento musical uno siente, podemos incluso sentir escalofríos. Este gran flautista toca con el alma, sus músicas son perfectas para meditar, merece todo el éxito que tiene y que está por venir.