Al recibir tal reconocimiento, el maestro Abreu expresó: "El esfuerzo de estos muchachos y niños es el que merece, sobre todo, el reconocimiento de la Unicef, porque su dedicación y vocación por el arte los convierte en apóstoles sociales de toda la América Latina".
José Antonio Abreu, director fundador del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, fue honrado con el Premio Unicef por su dedicación a la infancia y la juventud a través de la música, durante la primera presentación que la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar ofreció bajo la batuta de Gustavo Dudamel la noche del jueves, en la Sala Santa Cecilia del Auditorio Parque de la Música de Roma, Italia.
Luego de la primera parte del concierto, en la que la orquesta interpretó la Obertura Egmont y la Quinta Sinfonía de Beethoven, la palabra fue tomada por el presidente de la Academia de Santa Cecilia, Bruno Cagli: "Muchos compositores escribieron sus obras, principalmente el caso de Beethoven, como un vehículo de fraternidad universal. No obstante, la música no puede ocultar la triste realidad de guerras, división social y desencuentro. Pero existe un país, Venezuela, que hoy contempla la presencia de 300 orquestas juveniles, que medularmente ha adoptado la función de la educación musical como signo de progreso, de calidad de vida de los niños y jóvenes. El hombre que ha hecho realidad esta utopía en Venezuela es el maestro José Antonio Abreu".
Posteriormente, intervino el presidente de la Unicef de Italia: "Si todos los países del mundo contaran con maestros como Abreu, creo que este mundo sería diferente, porque este modelo de educación no sólo ha influenciado el modelo musical, sino que ha influido en un pueblo entero".
El maestro Claudio Abbado felicitó el trabajo artístico y social del Sistema Nacional. "Este Premio está más que merecido", dijo, mientras el presidente de la Academia, Bruno Cagli, expresó: "Representa un ejemplo para todos nosotros cómo estos jóvenes rescatados a través de la música pueden interpretar con tal alegría y entusiasmo. Han ejecutado las obras con tal pulcritud, desde Beethoven hasta las piezas latinoamericanas y los bises, lo que confirma que se puede hacer música y disfrutar al mismo tiempo. Ya tenemos una propuesta para efectuar nuestra nueva invitación".
La segunda parte incluyó obras del repertorio latinoamericano. Al finalizar la presentación, el público solicitó interpretaciones extras.
Fuente: El Universal
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